Ganar almas
4:19 Y les dijo: Venid
en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
La misión de ganar almas es sublime. (Mateo 4:19) Desde el momento en
que Jesús empezó a llamar a sus primeros discípulos, les fue explicando la tarea que les iba a encomendar. Fue instruyendo a cada uno como se debe
predicar y como se debe conducir el predicador.
Nosotros no
debemos esperar que los años se pasen, para entregarnos a la labor que nos
fue encomendada. Jesús ha dejado una tarea para nosotros, es por eso que hoy nos hemos convertido en colaboradores de la
multiforme gracia de Dios.
1 co 3:9
3:9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de
Dios.
Nuestra misión es la siguiente.
Mt 28:19
28:19 Por tanto, id,
y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 28:20 enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén.
Nosotros nos hemos quedado solo con el “ir” a la
predicación, “ir” a las plazas a predicar, “ir” a nuestros familiares a
predicar. Pero dejamos la tarea inconclusa, es como lo dijo Jesús.
Lc 14
Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que
necesita para acabarla? 14:29 No
sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que
lo vean comiencen a hacer burla de él, 14:30 diciendo: Este
hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
1
co
3:15 Si la obra de alguno se
quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por
fuego.
Muchos de
nosotros dejamos la obra a medio
terminar, entregamos una palabra al
necesitado, pero no nos preocupamos más,
esto es necedad
de nuestra parte, es desconocer la obra de Satanás. Cuando usted
descuida a la persona que le estaba hablando de la palabra de Dios el enemigo actúa.
Mire lo que sucede.
Mt 13:24-28
Les presentó otra parábola diciendo: “El reino de los cielos es
semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró
cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto,
entonces apareció también la cizaña. Se acercaron los siervos al dueño del
campo y le preguntaron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De
dónde, pues, tiene cizaña? Y él les dijo: Un hombre enemigo ha hecho esto. Los
siervos le dijeron: Entonces, ¿quieres que vayamos y la recojamos?
Mientras los predicadores duermen el diablo hace de las suyas…
Lc
8:5 El sembrador
salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al
camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. 8:12 Y los de junto al camino son los que
oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la
palabra, para que no crean y se salven.
El enemigo
se roba las almas porque nosotros se lo permitimos. Una de nuestras
justificaciones es:
a)
No es el
tiempo de Dios que se salve.
b)
Es hijo del
Diablo
c)
La palabra
nunca llegara vacía.
La “c” es la
que siempre usamos, porque pensamos que
Dios y su palabra se encargaran de convertir a las personas. Dios da el
crecimiento, pero siempre y cuando estén los labradores plantando y regando,
como lo hicieron Pablo y Apolos.
1 co
3:6 Yo planté, Apolos regó; pero
el crecimiento lo ha dado Dios.
Ahora algo
sumamente importante, la tarea de predicar es solo para aquellos que han
recibido el E.S. porque el carnal no entiende las cosas del Espíritu.
1co
2:14 Pero el hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Hch 1:8
1:8 pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
El Hombre natural va a presentar a Jesucristo con sabiduría humana, pero el espiritual presentara a Jesucristo
con el poder del Espíritu, el cual es el único que convence de pecados.
Jn
16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo
de pecado, de justicia y de juicio.
1
co
1:21 Pues ya que en
la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó
a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
La misión es urgente, no es algo que
podemos dejar para otro día o para cuando estemos en condición de ancianos. Es
urgente por el siguiente motivo.
Salmos 90
90:10 Los
días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta
años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.
Muchos hombres lloran la juventud perdida porque, no supieron
aprovechar su tiempo, el cual es totalmente irrecuperable,
Ec. 12:1.
12:1 Acuérdate de tu
Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No
tengo en ellos contentamiento;
timoteo
4:2 que prediques la palabra; que
instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda
paciencia y doctrina. 4:3 Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4:4 y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
Es
urgente porque Jesús viene pronto a la tierra y porque el Diablo no duerme.
Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
1 pe
5:8 Sed sobrios, y velad; porque
vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a
quien devorar;
Ap
12:12 Por lo cual
alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra
y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que
tiene poco tiempo.
Conclusión
2 tm
4:5 Pero tú sé sobrio en todo,
soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia.
2 Pe
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.