La iglesia verdadera de Jesús

La iglesia verdadera de Jesús

Lectura bíblica: Hechos 2:44-47
“Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

La preocupación de Jesús durante su estadía en la tierra, era la unión de sus discípulos, ya que ellos serían la iglesia que mostraría la luz de Cristo. Y que a través de ellos muchos creerían en el Señor Jesucristo.

Juan 17:20-23
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú,  oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste yo les he dado, para que sean uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mi me has amado.”

Sin duda podemos ver la importancia que Jesús da al momento de referirse a la iglesia, él sabia que su palabra tenia que ir acompañada de un buen testimonio para que los que no creen puedan creer y ser salvos.

“Para que el mundo crea que tú me enviaste…”

Dios quiere que la iglesia sea diferente, una iglesia como las de los tesalonicenses, Pablo resaltaba su efectiva predicación con el buen testimonio que estaban dando, tanto así que se cumplía el deseo del Señor Jesús, que los personas creyeran a Dios. El buen testimonio es el olor fragante de la predicación.

1 Ts
1:6 Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 1:7 de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. 1:8 Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; 1:9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero

Lucas en el libro de los hechos, relata como al principio todos estaban unidos entre sí, compartían sus bienes y no existía división.   

“Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.”
La iglesia del Señor, es el cuerpo de él, por lo tanto no puede existir divisiones dentro de el mismo, no puedo existir descrédito el uno del otro, sino que permanece unido en la mutua ayuda, como dice el apóstol Pablo debemos guardar esa unidad que nos entregó Cristo. Es una honra pertenecer a este cuerpo.

1 co 1:10
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.”

Efe 4:3,4,15,16
“Solícito en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Esto es lo que quiere nuestro Señor, una iglesia o un cuerpo unido entre si. No un lugar de divisiones y tropiezos.

Mateo
18:6 Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.

Los tropiezos y las divisiones no son parte del cuerpo de Cristo, recordemos que el dijo que un reino dividido no puede permanecer, y el no se puede negar así mismo.

Lc
11:17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.

Los tropiezos y divisiones vienen de una mente mundana, carnal y diabólica.

Mateo
18:7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

Stgo
3:14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; 3:15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 3:16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

Gracias a la unidad que tenia la iglesia, comenzaron a crecer en numero los creyentes. Pero así como crecemos en numero, también crecen los de mente diabólica y terrenal que quieren destruir la iglesia.

Hch 6:1
“En aquellos días, como creciera el numero de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria.”

Ahora vemos que al pasar el tiempo la comunión que experimentaban en la repartición de los panes ya no existía…

“partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón…”

Al principio todo era distinto, todos estaban unánimes en un mismo sentir sirviendo a Dios y ayudándose entre sí.

Hch 4:32
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común”

Al pasar el tiempo El diablo comenzó a dividir la iglesia. Después que muchos entregaban sus bienes con corazón sincero, el diablo comenzó a tomar el control de las mentes de los creyentes, con la mente terrenal y diabólica.

Hch 4:34,35
“Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, la vendían y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.”  

Hch 5:3
“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?”  

debemos tener cuidado de guardar nuestra comunión en el Espíritu, y eso significa permanecer unidos física y espiritualmente entre los hermanos. Pues como dice en Hechos, ellos permanecían en el templo todos los días… era su hogar. Y si logramos esa unidad que quiere Cristo, él a su tiempo traerá los que han de ser salvos. Debemos hacer de la iglesia el lugar habitable para los nuevos creyentes.

“Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”


Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia. 

2 Pe 
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Para mayor información: dario.molina.c@gmail.com 


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