Lámpara encendida
Lámpara encendida
Lectura bíblica: 1 Tesalonicenses
5:19 No apaguéis al Espíritu.
El apóstol Pablo menciona al
Espíritu como una lámpara, o algo que debemos mantener encendido continuamente. Para entender la analogía del apóstol,
debemos trasladarnos a la carta hacia los corintios y al antiguo testamento.
Primero se nos enseña que nosotros por la gracia y obra de Cristo llegamos a
ser templo de Dios.
1 Corintios
3:16 ¿No sabéis que sois templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
Y en el tabernáculo de Dios
existía una lámpara que siempre debía permanecer encendida con aceite de olivo
por los hijos de Israel.
Éxodo
27:20 Y mandarás a los hijos de
Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para
hacer arder continuamente las lámparas. 27:21 En el tabernáculo de reunión,
afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y
sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como
estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.
Todo esto es la imagen misma de
cómo debemos estar como cristianos; el aceite de olivas machacadas representa
al Espíritu de Dios en nuestra vidas.
Efesios
6:18 orando en todo tiempo con
toda oración y súplica en el Espíritu,
y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Una de las parábolas donde Jesús
nos enseña la importancia del Espíritu Santo en su venida es la parábola de las
vírgenes. El aceite que les hizo falta a estas vírgenes es el Espíritu Santo.
Mateo
25:1 Entonces el reino de los
cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a
recibir al esposo. 25:2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 25:3
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 25:4 mas las
prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 25:5 Y
tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 25:6 Y a la medianoche
se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 25:7 Entonces todas
aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 25:8 Y las
insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras
lámparas se apagan. 25:9 Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no
nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para
vosotras mismas. 25:10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y
las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
25:11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor,
ábrenos! 25:12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os
conozco. 25:13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo
del Hombre ha de venir.
También podemos percatarnos que
los hijos de Israel tenían que machacar el olivo para extraer el aceite, no así
las vírgenes insensatas que comprarían el aceite, esto nos da indicios de la
poca dedicación que tenían. El aceite o el Espíritu de Dios no se compra, no se
obtiene con facilidad, se debe machacar el alma primero.
Hechos
8:18 Cuando vio Simón que por la
imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció
dinero, 8:19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a
quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu
dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con
dinero. 8:21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no
es recto delante de Dios.
Sin lugar a la duda, es también
imagen de lo que debemos hacer en nuestra vida para extraer la sustancia mas
fresca del Espíritu. Algo que nos enseño Jesús en el monte de los olivos. Donde
no por casualidad elige ese lugar para afligir su alma; en ese momento estaba
machacando su alma para extraer lo mas puro del Espíritu a su vida.
Marcos
14:32 Vinieron, pues, a un lugar
que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que
yo oro. 14:33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse
y a angustiarse. 14:34 Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte;
quedaos aquí y velad.
Getsemaní: Prensa de aceite
Y la lámpara es la imagen misma
de la palabra de Dios. Estos dos se complementan siempre; sin Espíritu no hay
palabra revelada.
Salmos
119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi
camino.
Un ejemplo maravilloso de un
varón que mantenía su lámpara encendida continuamente, fue Juan el Bautista,
este hombre se aparto al desierto a machacar su alma para extraer el aceite y
así mantener la lámpara encendida.
Juan
5:35 El era antorcha que ardía y
alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
Otro ejemplo fue David.
2 Samuel
21:17 mas Abisai hijo de Sarvia
llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David
le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la
batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel.
Conclusión
2 Timoteo
1:6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios
que está en ti por la imposición de mis manos.
Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia.
2 Pe
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.