El amado
El amado
Lectura bíblica: Cantar de
cantares
5:2 Yo dormía, pero mi corazón
velaba. Es la voz de mi amado que llama: Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma
mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las
gotas de la noche. 5:3 Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir? He
lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar? 5:4 Mi amado metió su mano por la
ventanilla, Y mi corazón se conmovió dentro de mí. 5:5 Yo me levanté para abrir
a mi amado, Y mis manos gotearon mirra, Y mis dedos mirra, que corría Sobre la
manecilla del cerrojo. 5:6 Abrí yo a mi amado; Pero mi amado se había ido,
había ya pasado; Y tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo
llamé, y no me respondió. 5:7 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; Me
golpearon, me hirieron; Me quitaron mi manto de encima los guardas de los
muros. 5:8 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado, Que
le hagáis saber que estoy enferma de amor. 5:9 ¿Qué es tu amado más que otro
amado, Oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Qué es tu amado más que otro
amado, Que así nos conjuras?
Cantares menciona un cántico de
una mujer enamorada, que velaba dentro
si esperando a su amado, así como nosotros en nuestro hombre interior
velamos a través del Espíritu Santo por nuestro Señor.
1 Corintios
2:10 Pero Dios nos las reveló a
nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Es el Espíritu de Dios quien permanece velando, y nos motiva a
estar velando de la mejor forma.
Romanos
8:26 Y de igual manera el
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene,
no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Porque al parecer como hombres y
sujetos muchas veces a la carne, no
queremos velar por nuestro amado quien viene por nosotros.
Romanos
7:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de
Dios; 7:23 pero veo otra ley en mis
miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a
la ley del pecado que está en mis miembros.
Pero el panorama cambia cuando
estamos sumisos a los gemidos del
Espíritu hacia el amado.
Apocalipsis
1:8 Yo soy el Alfa y la Omega,
principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el
Todopoderoso. 1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la
tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla
llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
1:10 Yo estaba en el Espíritu en el
día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 1:11 que decía:
Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que
ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo,
Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
En muchas ocasiones estamos en la
condición de Pablo, la carne toma el
control de nuestras vidas y nos deja inactivos para atender a las voz de
nuestro amado. Que fue el caso de la mujer de cantares (verso 3)
5:3 Me he desnudado de mi ropa;
¿cómo me he de vestir? He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?
La mujer de cantares se negaba a
abrir la puerta a su amado, aun ella esperando dentro de su corazón al que
amaba su alma. Tal vez pensando que su amado
no iba a llegar se fue a su lecho a dormir. Negligente actitud, que nuestro
señor Jesús advierte que nos puede pasar a nosotros también.
Lucas
12:42 Y dijo el Señor: ¿Quién es
el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a
tiempo les dé su ración? 12:43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su
señor venga, le halle haciendo así. 12:44 En verdad os digo que le pondrá sobre
todos sus bienes. 12:45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a
golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, 12:46
vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no
sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles. 12:47 Aquel siervo
que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su
voluntad, recibirá muchos azotes.
La mujer de cantares, sintiendo
como su amado hacia lo imposible para abrir la puerta, no actuó rápidamente y
por ese motivo perdió a su amado.
5:4 Mi amado metió su mano por la
ventanilla, Y mi corazón se conmovió dentro de mí. 5:5 Yo me levanté para abrir
a mi amado, Y mis manos gotearon mirra, Y mis dedos mirra, que corría Sobre la
manecilla del cerrojo. 5:6 Abrí yo a mi amado; Pero mi amado se había ido,
había ya pasado; Y tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo
llamé, y no me respondió.
Nosotros actuamos de la misma
manera, resistimos la voz de nuestro
amado salvador.
Hechos
7:51 ¡Duros de cerviz, e
incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros
resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también
vosotros.
El reaccionar lento nos puede
hacer perder al amado, no nos debe
bastar solo conmovernos, de lo contrario el tiempo nos pasará la cuenta.
Apocalipsis
2:2 Yo conozco tus obras, y tu
arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado
a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
2:3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor
de mi nombre, y no has desmayado. 2:4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu
primer amor.
La comodidad de la mujer le hizo
perder a su amado, y todo lo que tenia para cubrirse. Nuestra comodidad espiritual nos puede llevar a perder a nuestro amado,
podemos hablar de nuestro amado y esperarlo, pero si nuestra reacción ante eso
es solo pensar en él, estamos mal. Debemos tener un reacción rápida cuando el
nos llame y realmente estar velando.
5:7 Me hallaron los guardas que
rondan la ciudad; Me golpearon, me hirieron; Me quitaron mi manto de encima los
guardas de los muros.
Jesús debe ser nuestro amado,
destacado entre muchos, él debe ser
prioridad en nuestro corazón.
Cantares
5:9 ¿Qué es tu amado más que otro
amado, Oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Qué es tu amado más que otro
amado, Que así nos conjuras?
Mateo
22:36 Maestro, ¿cuál es el gran
mandamiento en la ley? 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
10:37 El que ama a padre o madre
más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es
digno de mí; 10:38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno
de mí.
Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia.
2 Pe
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.