Realidad del Joven y la realidad de Dios

Lectura bíblica: Is. 40:30-31
“los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.”

La realidad de nosotros como jóvenes es que estamos sujetos a muchas pasiones y deseos de este mundo. De las cuales la mayoría de las veces les damos el lugar. En la Biblia tenemos a muchos grandes hombres de Dios, pensamos que sus vidas fueron intachables delante de él, que su juventud fue poderosa. Pero la realidad es otra. 

Por ejemplo: David, fue un gran hombre de Dios, llego a ser un héroe de la fe.

He 11:32-33
“¿y que mas digo? Porque el tiempo me faltaría  contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”

¿Pero su juventud? ¿Cuál fue su realidad?

Salmos 25:7
“de los pecados de mí juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad oh Jehová.”

David, tal vez paso lo mismo que nosotros, tentaciones por doquier, pecó muchas veces delante de Dios. Pero paralelamente a esta realidad existía otra realidad, LA DE DIOS. ¿Cuál era la realidad de Dios en la vida de David?

Dios no veía a David como el gran pecador, vio un gran potencial en él, grandes virtudes, grandes habilidades y por sobre todo eso un corazón que le agradaba a él. Dios vio un rey y no un joven pecador.

1 Samuel 16:11-13
“entonces dijo Samuel a Isaí: ¿son éstos todos tus hijos? Y él respondió: queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermosos de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David…”

La realidad de David era ser pastor toda su vida. Como jóvenes nosotros decimos si vivimos en nuestra realidad o nos trasladamos a la realidad de Dios. Para pasar a la realidad de Dios debemos despojarnos del mundo y sus deseos, de lo contrario no podemos pasar a la realidad de Dios. David cada vez que pasaba a la realidad de su carne pecadora se humillaba para volver a la realidad de Dios.

Cuando estamos en pecado, siempre decimos que no podemos salir de él, que es tan difícil dejar de pecar. (Nuestra realidad) Pero Dios dice que si podemos (Realidad de Dios). Leamos los consejos de Stgo y de Juan en este asunto.

Stgo 4:7
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”

1 Jn 2:13      
“…os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno…” “…os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno.”    
La realidad es que somos débiles, pero en la realidad de Dios él nos ve fuertes.

Joel 3:10
“forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestros hoces; diga el débil: FUERTE SOY.”

2 co 12:9-10
“y me ha dicho: bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Con la palabra de Dios podemos vencer al diablo. Jesús lo hizo cada vez que fue tentado por el diablo, esa es la manera en la que podemos resistir al diablo.

Mt 4: 9-11
“y le dijo: todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: vete Satanás, porque escrito está: al señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó, y he aquí vinieron ángeles y le servían.”

Salmos 119:9
“¿con qué limpiará el joven su camino? Con guardar su palabra.”

David estaba destinado por la realidad de su Padre a ser un simple pastor de oveja. Pero para Dios esa realidad no vale, él tenía una realidad distinta para David, ser Pastor pero de un pueblo innumerable.

La realidad de Pedro era ser pescador toda su vida, vivir frustrado, ser parte del vulgo. Pero en la realidad de Dios Pedro era un pescador de hombres, un gran evangelista.

Lc 5:10
“y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: no temas; desde ahora serás pescador de hombres.”

1 Samuel 16:7
“porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”

Tal vez muchos forjamos nuestros propios destinos, aceptando nuestra realidad y no la realidad de Dios. Diciendo: voy a ser siempre un fracasado, nunca voy a vencer el pecado, siempre estaré en la última banca, nunca voy a ser un predicador, nunca voy a ser un gran profesional, etc.

La realidad de Dios nos dice: nunca vas a ser un fracaso, serás más que victorioso si permaneces en mí.

Ro 8:37
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”

La realidad de Dios nos dice: vas a vencer el pecado.

Ro 6:14
“porque el pecado no se enseñoreara de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracias.”

La realidad de Dios nos dice: siempre estarás por cabeza. La realidad de Dios nos dice: los haré pescadores de hombres.

Joven, que nadie te menosprecie por lo que eres, rompe con la realidad que te imponen y trasládate a la realidad de Dios.

1 tm 4:12
“ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.” 

Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia. 

2 Pe 
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.


Para mayor información: dario.molina.c@gmail.com 




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