Valentía en el reino
“le dijeron los
discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas
allá?...Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también
nosotros, para que muramos con él.”
Las escrituras
nos revelan muchas virtudes y debilidades de los discípulos, que ha medida del
Espíritu nos revela cuales son y entendemos el porqué Jesús los eligió. En el
caso de Tomás, él siempre ha sido criticado o juzgado por su incredulidad ante
la resurrección del maestro.
Jn 20:25
“le dijeron,
pues, los otros discípulos: al Señor hemos visto. Él les dijo: si no viere en
sus manos la señal de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Muchos hemos
manifestado que no debemos ser como Tomás, por causa de la incredulidad, pero
este hombre tenía una característica ejemplar. A pesar de ser un incrédulo era
un hombre valiente, algo que los demás discípulos no tenían. Cuando Jesús
murió, menciona la Biblia que todos estaban escondidos, en una misma casa, es
ahí donde se les aparece Jesús. Y Tomás no estaba, ¿Qué nos demuestra esto? Que
Tomás no tenía miedo de morir por la causa de Jesús.
Jn 20:19
“Cuando llegó la
noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas
en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino
Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.”
Todos escondidos
y llenos de temor por salvar sus vidas. ¿Y Tomás?
Jn 20:24
“Pero Tomás, uno
de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.”
El registro de
donde estaba Tomás no lo tenemos, tal vez estaba investigando sobre lo que se decía de Jesús. Pero lo que tenemos claro es su
espíritu de valentía, no estaba escondido igual que los demás. Marcó la
diferencia entre sus condiscípulos. Tomás entendió bien esta enseñanza de
Jesús.
Mr. 8:35
“porque todo el
que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa
de mí y del evangelio, la salvará.”
Sin duda alguna,
debemos adoptar esta virtud de Tomás, la palabra divina de Dios expresa una
condenación para aquel que no es valiente para con Dios.
Ap. 21:7,8
“El que venciere
heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes
e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los
idolatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego
y azufre, que es la muerte segunda.”
Para ser parte
del reino debemos ser valientes, no cualquiera puede ser parte de este reino
inconmovible. Valor o valentía significa enfrentar peligros sin miedo. Por
ejemplo: cuando Pedro y Juan fueron encarcelados y llevados al concilio, los
principales en ese entonces los amenazaron para que no hablasen más sobre
Jesús. ¿Y la iglesia que hizo? Describe la palabra de Dios, que la iglesia
pidió confianza y valor, pero no valor para huir o para matar a los que los
amenazaban, sino valor para seguir predicando sobre Jesucristo.
Hch. 4:29-31
“y ahora, Señor,
mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con denuedo hablen tu palabra,
mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios
mediante el nombre de tu santo hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en
que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
hablaban con denuedo la palabra de Dios.”
Tener valor es primordial en nuestra carrera del evangelio, debemos predicar con valor la
palabra de Dios.
Hch 9:27
“Entonces
Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había
visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había
hablado valerosamente en el nombre de Jesús.”
Fil 1:14
“y la mayoría de
los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho
más a hablar la palabra sin temor.”
Tal vez nuestro
temor parte en el que voy a decir, que voy a predicar si yo no se nada, voy a
ser avergonzado. Jeremías un profeta al igual que nosotros tuvo temor de
predicar la palabra, muchas veces quiso callar la palabra que le entregaba
Dios.
Je 1:6-8
“y yo dije: ah
ah, Señor Jehova he aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehova: no
digas: soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú y dirás todo lo que
te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice
Jehova.”
Dios nos dice
que no debemos temer, el temor paraliza a las personas, en cambio el valor
moviliza a las personas a pesar del miedo que puedan tener. Un ejemplo de valor lo demuestra una mujer en la Biblia, ella tenia que interceder por el
pueblo de Dios ante un rey, pero ante la presencia del rey no podia entrar sin
autorización, y si el rey la veia entrar a su presencia podia perder su vida.
Pero observemos lo que dice esta mujer.
Ester 4:16
“ve y reúne a
todos los judios que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comaís ni bebaís
en tres días, noche y día; yo tambien con mis doncellas ayunaré igualmente, y
entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco,
que perezca.”
He 13:6
“de manera que
podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda
hacer el hombre.”
Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia.
2 Pe
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.