Muertos en Cristo
“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre
fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido,
a fin de que no sirvamos más al pecado.”
El hombre
siempre ha tenido problemas con despojarse de sus malos actos, pecados, que
ofenden a Dios y a su cuerpo. Hoy en día es fácil encontrar cristianos que viven fracasando en su lucha con el pecado.
Si hemos fracasado, es simplemente
porque nuestra naturaleza pecadora aun
no ha muerto… tal vez experimentamos
el gozo de la salvación, pero el morir con Cristo y vivir como una nueva
criatura aun no lo hemos experimentado.
2 pe 2:20-22
“ciertamente, si
habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento
del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su
postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido
no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido,
volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido
lo del verdadero proverbio: el perro vuelve a su vomito, y la puerca lavada a
revolcarse en el cieno.”
Si pensamos que podemos vivir tranquilos ante la
presencia de Dios con nuestra naturaleza de pecado estamos equivocados, hemos errado en nuestros pensamientos, nos hemos apartado del
santo mandamiento de Dios. Pablo deja muy claro a los romanos que el pecado debe ser eliminado del hijo de
Dios.
Ro 6:12-13
“no reine, pues,
el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus
concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como
instrumento de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de
entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumento de justicia.”
Col 3:5-10
“haced morir,
pues lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas,
malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios
viene sobre los hijos de desobediencia.”
Claramente no
podemos seguir conviviendo con nuestra naturaleza de pecado y agradar a Dios. El llamado siempre ha sido el mismo LA SANTIDAD Y NUEVA VIDA EN CRISTO.
Pedro lo menciona en unas de sus cartas.
1 Pe 1:14-16
“como hijos
obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra
ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos
en vuestra manera de vivir; porque escrito está: sed santos, porque yo soy
santo.”
Efe 4:22-24
“En cuanto a la
pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a
los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
En el versículo
central, analizamos lo que Pablo dice respecto a la crucifixión del viejo hombre. Él es un claro ejemplo de muerte del
pecado. A lo largo de su ministerio el
logra decir:
Ga 2:20
“Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí.”
El estar
crucificado en Cristo no solo implica
morir al pecado, también se refiere
a nuestro caminar. Por ejemplo: Pablo dice que lo que ahora vive en la carne, lo vive en la fe de Jesús. ¿Qué
quiere decir esto? Que ya su vida no
giraba en torno a lo que él quería hacer, sino que era guiado por la voluntad de Dios. Eso es morir en la cruz. Mi camino
cambia, prioridades, etc.
Jn 21:18
“de cierto, de
cierto te digo: cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas
cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro y te llevará a
donde no quieras.”
Pedro también
aconseja sobre la crucifixión del viejo
hombre, y es tajante en sus palabras.
1 pe 4:1-3
“Puesto que
Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo
pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, termino con el pecado, para no
vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los
hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. Baste ya el tiempo pasado para
haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias,
concupiscencias, embriagueces, orgias, disipación y abominables idolatrías.”
El que se deleita
en el pecado, lamentablemente estará
expuesto a la muerte eterna, separado de Dios por una eternidad.
Ro 8:13
“porque si vivís
conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de
la carne viviréis.”
Pero lo
contrario a esto, es que si logramos que
el viejo hombre sea eliminado de nuestros miembros, vamos a vivir en
Cristo, ser más que victoriosos en cuanto a la carne y sus deseos. El apóstol Pablo dice que los que han
muerto al pecado, este ya no toma control de nuestras vidas.
Ro 6:6-7
“sabiendo esto,
que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que
ha muerto, ha sido justificado del pecado.”
Conclusión
Ro
6:21-23
“¿pero qué fruto
teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de
ellas es muerte, mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos
siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida
eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia.
2 Pe
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.