Dios provee

Dios provee

Lectura bíblica: 2 Corintios

9:10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.

La enseñanza del apóstol Pablo nos debe remover nuestra forma de actuar en estos tiempos; los corintios de la época estaban experimentando una vida espiritual totalmente abundante, y así Dios quería que ellos abundasen en lo material. Lamentablemente el apóstol tuvo que intervenir porque muchos al parecer estaban ofrendando con tristeza y con escasez (no es la cantidad sino la calidad de la ofrenda).

2 Corintios
9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.

Esta forma de pensar es la que muchas veces turba nuestra verdadera fe y comunión con Dios. Vemos el caso tan conocido de Caín, su ofrenda no fue tan aceptada delante de Dios y la de su hermano si. ¿por qué razón? Simplemente porque Abel tomo de lo mejor y preparó su ofrenda a su Dios, en cambio Caín solo tomo de lo que había por ahí y lo ofrendo.

Génesis
4:3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 4:5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

Nuestras ofrendas son el testimonio de nuestro perfecto andar con Dios.

Hebreos
11:4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.

Podemos ver que la ofrenda a Dios es tan importante y fundamental para que Dios considere que nuestras obras son buenas delante de él.

1 Juan
3:12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

Nuestra ofrenda es evidencia de nuestra verdadera comunión con Dios. Ella misma habla a quien hemos creído, si es escasa es porque hemos creído en nuestras capacidades para obtener dichas riquezas, pero si es abundante es porque estamos cerca de aquel que se llama sustentador.

Lucas
21:1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. 21:2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. 21:3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. 21:4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

También es importante considerar que nuestra ofrenda no es una forma de enriquecerse, sino es una forma de perfeccionar nuestra comunión hacia Dios, viendo que nuestro corazón solo confía en sus manos proveedoras.

Salmos
123:1 A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. 123:2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros.

En Hebreos nos deja clarísimo que la ofrenda no nos debe llevar a la avaricia sino a una perfecta comunión hacia Dios.

Hebreos
13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;

Mateo
6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Cuando nuestra ofrenda es de lo peor que tenemos en nuestras manos, demuestra una señal de desprecio hacia Dios.

Malaquías
1:6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? 1:7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. 1:8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.

Dios se merece nuestra mejor y agradable ofrenda. Debe ser lo mas preciado para nosotros, eso le demostrará a Dios lo mucho que lo apreciamos en nuestros corazones, que daríamos todo por él.

Mateo
26:6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, 26:7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 26:8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? 26:9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. 26:10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.  26:11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. 26:12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. 26:13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.

2 Samuel

24:24 Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. 24:25 Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel.

Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia. 

2 Pe 
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Para mayor información: dario.molina.c@gmail.com 


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