Levanta tus manos

Levanta tus manos
Lectura bíblica: ex 17:8-13
“Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía, mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra; y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.”   

Este pasaje de éxodo, claramente nos muestra una manera eficiente de enfrentarnos a las dificultades de la vida. En estos versos vemos como Amalec quiso destruir al pueblo de Dios, algo que es una locura sabiendo que si esta Dios con el pueblo es imposible destruirlo.

Ro 8:31
“¿Qué pues diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?”

Dt 7:21
“No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible.”
Moisés estaba enfrentando una situación difícil, Amalec era fuerte y la mayoría de los varones israelitas tal vez estaban cansados y fatigados con el viaje en el desierto.

Ex 17:3
“Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed, a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?”

Pero aun así Moisés pide a Josué tomar varones e ir a la batalla… la mayoría de las veces no tenemos las herramientas necesarias para enfrentar un problema. Pero Moisés no puso su confianza en los varones, porque realmente estaban fatigados, sino que puso su confianza en Dios.

Pro 3:24-26
“Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso.” 
 
“yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.”

Moisés al decir “la vara de DIOS en mi mano” nos da a entender que solo no podía en esta batalla contra Amalec, mantenía firme la vara de Dios en su mano. En las pruebas que tenemos  en esta vida nunca debemos confiar en los demás.

Jer 17:5-7
“Así a dicho Jehová: Maldito el varón  que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová, será como retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza en Jehová.”

Así como Moisés sostuvo firme la vara, también mantengamos nuestra vara en nuestra mano, apoyarnos solo en Jehová de los ejércitos.

 Jn 15:5
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”

Nuestra vara es el Espíritu Santo, Dios a través de él nos da la fuerza y nos capacita para hacer señales, prodigios, y ganar la batalla contra el enemigo.

Ro 8:26
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” 

Efe 6: 17-18
“Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”

Al observar el verso 18 nos damos cuenta que Pablo hace hincapié a la oración en el Espíritu para tener victoria al momento de predicar. Precisamente es lo mismo que hizo Moisés. Orar en el Espíritu. (Vara) 
  
“Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía, mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra; y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.”  

Muchos nos preguntamos qué hacia Moisés con las manos hacia arriba, ¿era necesario hacerlo?

Salmos 134:1-2
“Alzad vuestras manos al santuario y bendecid a Jehová.”

1 Tm 2:8
“Quiero, pues,  que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contiendas.”

Los israelitas tenían esta maravillosa expresión de interceder o bendecir a Jehová. levantar las manos a Dios es signo de dependencia a Dios.

Nuestras batallas son de Dios siempre y cuando nosotros busquemos su ayuda, levantando nuestras manos.

2 Cro 32

7Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 8Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas.

Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia. 

2 Pe 
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.


Para mayor información: dario.molina.c@gmail.com 


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