Confesar nuestros pecados

Confesar nuestros pecados

Lectura biblia: le 16:21-22

“Lev 16:21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Lev 16:22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.”

Antes de comenzar a explicar estos versos, debemos dejar en claro que Dios siempre ha exigido de el hombre santidad y sinceridad, cuando este comete errores o pecados.

1Ts 4:7 Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.

Antiguamente se debían presentar dos animales (Machos cabríos) uno para hacer expiación de sus pecados y el otro era para confesión de pecados. Este ultimo consistía en una acción de depositar los pecados sobre el macho cabrío. El sacerdote debía colocar sus manos sobre el animal y confesar los pecados del pueblo y llevarlo al desierto. El macho cabrío quedaba vivo en el desierto, pero quedaba en un lugar apartado, inhabitable. Esto representa el olvido que Dios tiene del pecado del hombre.

Heb 10:17 añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.

Isa 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

Es increíble pensar que alguien puede olvidar lo malo que hacemos, ya que el hombre por naturaleza no olvida los errores de los demás. 

¿Pero es así de fácil ser perdonado? Debemos tener presente que Dios es grande en misericordia y nos perdona de todo pecado, pero eso no queda ahí, Porque se nos sería muy liviano el caminar en la senda de Dios, diciendo: “sigo pecando… porque se que Dios me perdona”. Pablo nos exhorta que no es así de sencillo. Al momento de ser perdonados debemos procurar no hacerlo más. O como lo llama él “abusan de la gracia de Dios.”

Rom 6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? Rom 6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Jua 8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Así como Dios tiene la actitud de olvidar el pecado, él también espera que nosotros nos olvidemos del pecado.

Efe 4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, Efe 4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, Efe 4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efe 4:25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Efe 4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, Efe 4:27 ni deis lugar al diablo. Efe 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Efe 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Efe 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Efe 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Efe 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

El sacerdote en el antiguo tiempo, debía confesar los pecados al macho cabrio y depositar en él los pecados, y el animal partía al desierto cargando los pecados. Se llevaba el pecado lejos del hombre. Porque Dios no puede habitar donde está el pecado.

2Co 6:17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, 2Co 6:18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

Añade el apóstol.

2Co 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Si nos detenemos a observar la lectura de Levíticos, el sacerdote confesaba sus pecados al macho cabrio. Que extraño nos resultaría ver que alguien se confiesa con un animal… pero esto tiene un significado maravilloso. Dios les estaba enseñando al pueblo a confesar sus pecados, crear en ellos el habito y la necesidad de hacerlo… pero Dios es visionario, él les enseño esto para que cuando el Mesías llegara a la tierra confesarán con él sus pecados.

1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1Jn 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

Ese macho cabrio sin defecto representa a Jesucristo, es una simbología de lo que hoy debemos hacer en nuestra vida espiritual: confesar nuestros pecados a Jesús. El escritor de Hebreos lo deja detallado en el capitulo 13.

He 13:11 Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. He 13:12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera del campamento.”

El macho cabrio (Jesús) llevó los pecados de todos nosotros al desierto…

Isa 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

En los tiempos de Cristo, se dejaba caer al macho cabrío, desde una roca alta de Jerusalén.

Si te das cuenta en el antiguo tiempo el macho cabrío debía quedar vivo en el desierto, pero en tiempo de Jesús es macho cabrío lo mataban arrojándolo desde una roca muy alta… representa la actitud que tuvieron los ancianos de Israel con Jesús… lo golpearon en contra de la ley. Porque nadie podía golpear a un acusado sin antes saber la condena.

Confesemos nuestros pecados a Dios y olvidémonos de ellos.

Sal 32:1
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Sal 32:2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. Sal 32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Sal 32:4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah Sal 32:5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah


Flp 3:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, Flp 3:14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.


Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia. 

2 Pe 
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Para mayor información: dario.molina.c@gmail.com 

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