Dios nos dará descanso
Dios nos dará descanso
Lectura Bíblica: Éxodo
33:12 Y dijo Moisés a Jehová:
Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo;
y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te
he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. 33:13
Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora
tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta
gente es pueblo tuyo. 33:14 Y él dijo: Mi
presencia irá contigo, y te daré descanso.
Es inevitable sentir preocupación
cuando Dios nos comisiona para trabajar en su obra; nuestros miedos al fracaso o al sufrimiento atormentan desaforadamente
nuestro corazón. Un claro ejemplo es Timoteo;
en muchas ocasiones fue aconsejado por Pablo a no tener temor de servir en la obra de Dios.
2 Timoteo
1:6 Por lo cual te aconsejo que
avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu
de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 1:8 Por tanto, no
te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el
evangelio según el poder de Dios.
Tener valentía en una misión es
lo que busca Dios en cada espíritu que el ha depositado para servirle, él no
soplo en nuestro cuerpo vida para ser atemorizados y vivir en cobardía toda
nuestra trayectoria como hijos de Dios. Recordemos
que los soldados cobardes serán rechazados por Jehová de los ejércitos.
Apocalipsis
21:7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será
mi hijo. 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas,
los fornicario y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su
parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
2 Timoteo
2:3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de
Jesucristo.
Una historia que resalta el carácter que Dios solicita de sus
hijos, la vemos impresa en la fabulosa proeza que Jehová de los ejércitos
proporcionó con 300 soldados que
guardaban en su espíritu el factor que a Dios le agrada: “Valentía”
Jueces
7:1 Levantándose, pues, de mañana
Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon
junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte,
más allá del collado de More, en el valle. 7:2 Y Jehová dijo a Gedeón: El
pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su
mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.
7:3 Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y
devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo
veintidós mil, y quedaron diez mil.
Antes de tomar la decisión de servir
a Dios, debemos considerar si tenemos lo
que se necesita para no terminar en el fracaso rotundo, causando la burla
del enemigo y de aquellos que nos observan con cuidado. En nuestro caso, lo que
necesitamos se llama valentía.
Lucas
14:25 Grandes multitudes iban con
él; y volviéndose, les dijo: 14:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su
padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su
propia vida, no puede ser mi discípulo. 14:27 Y el que no lleva su cruz y viene
en pos de mí, no puede ser mi discípulo. 14:28 Porque ¿quién de vosotros,
queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver
si tiene lo que necesita para acabarla? 14:29 No sea que después que haya
puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a
hacer burla de él, 14:30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo
acabar. 14:31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta
primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él
con veinte mil? 14:32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le
envía una embajada y le pide condiciones de paz. 14:33 Así, pues, cualquiera de
vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Moisés fue un ejemplo de valentía
en la obra de Dios, este hombre lejos de
cuidar su bien estar, acepto sufrir por la causa de Dios y dejar todos los
lujos mundanos que poseía por heredad.
Hebreos
11:24 Por la fe Moisés, hecho ya
grande, rehusó llamarse hijo de la hija
de Faraón, 11:25 escogiendo antes
ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del
pecado, 11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los
tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. 11:27
Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la
ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
Para Moisés no fue fácil el
trabajo que Dios le encomendó, tenía la misión de llevar a la tierra prometida
a un pueblo que rechazaba las directrices de Jehová; esto sin duda fue
desgastante para este hombre, pero sostuvo su bien estar con fe viendo al invisible. De la misma forma
hoy en día debemos mantener firme
nuestra vocación, apegados a la valentía que Dios nos dio para servir a
Jehová de los ejércitos.
Hebreos
10:23 Mantengamos firme, sin
fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Si amamos a Dios y queremos ser
parte del ejercito de Dios, solo debemos dejar
nuestra cobardía mundanal y trasladarnos a la valentía que nos entrega el
Espíritu para servir a Dios.
Juan
12:25 El que ama su vida, la
perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
12:26 Si alguno me sirve, sígame; y
donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia.
2 Pe
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.