Celebrando la Pascua
Celebrando la Pascua
Lectura bíblica: Éxodo
12:11 Y lo comeréis así: ceñidos
vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra
mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
La celebración de la pascua para
los israelitas se transformo en la fiesta más importante de la nación, el paso
a la libertad absoluta de una perdurable esclavitud bajo el yugo de Faraón.
Pues, como es mencionado por el Apóstol Pablo, los gentiles también debemos celebrar la pascua en nuestra
nación espiritual en la que estamos, por misericordia siendo parte de ella.
1 Corintios
5:7 Limpiaos, pues, de la vieja
levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra
pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 5:8 Así que celebremos
la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad,
sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
Dicho esto, debemos fijarnos en cada detalle de celebración
pascual en los israelitas; esto nos dará la forma correcta para comenzar a efectuar esta fiesta en nuestras vidas espirituales, recordemos, que las
cosas que sucedieron son la sombra de la
imagen que ahora debemos cumplir en nosotros.
Colosenses
2:16 Por tanto, nadie os juzgue
en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de
reposo, 2:17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de
Cristo.
Clarificando que debemos comenzar
nuestra pascua, fijémonos en los detalles de cómo los israelitas comían en esta
fiesta; primero menciona Moisés, que debían comer con los lomos ceñidos (vestidos para salir en cualquier instante) esto nos
indica a nosotros que debemos estar preparados, vestidos para el éxodo final
que tendremos como iglesia, el paso de la esclavitud a la libertad absoluta.
Efesios
6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos
vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia
Dios necesita que su pueblo este
preparado, vestidos para comenzar el peregrinaje de nuestro Éxodo, al encuentro
de nuestro Señor Jesucristo. Si estamos desnudos
comiendo impúdicamente la pascua del Señor, seremos avergonzados.
Judas
1:12 Estos son manchas en
vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí
mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles
otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; 1:13 fieras ondas del
mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está
reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
Apocalipsis
16:15 He aquí, yo vengo como
ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande
desnudo, y vean su vergüenza.
El hecho de estar vestido
comiendo la pascua, y apresuradamente, tenía un explicación; Dios necesitaba
sacar al pueblo rápidamente de Egipto, por lo tanto, después de comer, tenían
que salir de ese lugar. Interpretándolo a nuestros tiempos espirituales,
debemos estar atento al llamado de nuestro Señor, porque no sabemos la hora de su venida; que Dios nos halle vestidos y no
desnudos.
Mateo
25:13 Velad, pues, porque no
sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
Es importante entender, que no
podemos ceñirnos de cualquier vestiduras, sino de las que tiene disponible
nuestro Dios para nosotros.
Juan
21:18 De cierto, de cierto te
digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya
seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no
quieras.
Muchos nos ceñimos para ir a lugares que no nos corresponde comer
nuestra pascua. Observemos bien donde estamos comiendo nuestra pascua.
1 Corintios
10:20 Antes digo que lo que los
gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que
vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 10:21 No podéis beber la copa
del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del
Señor, y de la mesa de los demonios.
Los israelitas por costumbre comían descalzos en la mesa,
esto, lo podemos ratificar cuando Jesús comía junto a un fariseo y maría
magdalena enjuga sus pies con sus lagrimas.
Lucas
7:37 Entonces una mujer de la
ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del
fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 7:38 y estando detrás de él
a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con
sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
Pero en la pascua debemos estar con nuestro calzado puesto, listo
para caminar al Éxodo final de nuestras vidas; el calzado es el evangelio que
debemos llevar puesto en nuestros pies para
sobrevivir a los desniveles del desierto que debemos cruzar.
Efesios 6:15
6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la
paz.
Isaías 52:7
52:7 ¡Cuán hermosos son sobre los
montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que
trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios
reina!
Nota: Todo el contenido de esta pagina es obra del Espíritu Santo. Nosotros solo somos administradores de su gracia.
2 Pe
1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.